Reino Unido: Starmer lidera una histórica victoria laborista, poniendo fin a la era conservadora.
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Los conservadores sufren una derrota sin precedentes, con la entrada de Nigel Farage y el crecimiento del apoyo a los Liberales Demócratas. Rishi Sunak, primer ministro hasta ahora, anuncia su dimisión como líder del partido
Después de 14 años en la oposición, el Partido Laborista está listo para volver al gobierno del Reino Unido. Su líder, Keir Starmer, ha emergido como el gran triunfador de las elecciones de este jueves, consiguiendo una mayoría parlamentaria histórica, impulsada en gran medida por el colapso del Partido Conservador. El primer ministro saliente, Rishi Sunak, ha asumido la responsabilidad por este resultado catastrófico y ha anunciado su intención de dejar el liderazgo de los tories una vez se elija a su sucesor.
“En primer lugar y ante todo, lo siento”, comenzó Sunak en su última y breve comparecencia ante los medios, frente a Downing Street, antes de dirigirse al Palacio de Buckingham para presentar su renuncia al rey Carlos III. “Lo he hecho lo mejor que he podido”, añadió, justificándose, y reiteró su pesar por no haber cumplido con las expectativas, asegurando que había escuchado la “rabia y la decepción” de sus conciudadanos.
“El pueblo británico ha emitido esta noche un veredicto sobrio. Hay mucho que aprender y reflexionar por la pérdida de tantos candidatos conservadores, buenos y trabajadores, que han perdido sus puestos a pesar de un enorme esfuerzo y una gran dedicación a sus electores”, reconoció Sunak horas antes. También felicitó a Starmer por su triunfo.
Las encuestas a pie de urna, compartidas por las principales televisiones británicas, habían anticipado la derrota a última hora de la noche. El lento escrutinio de los escaños, a lo largo de toda la madrugada del viernes, lo confirmó. A las seis de la mañana, horario peninsular español, los diputados laboristas alcanzaron la cifra mágica de 326, la mayoría en una Cámara de los Comunes de 650 escaños.
A falta de dos escaños por asignar, los laboristas acumulan 412 diputados, mientras que los conservadores se quedan con 121. Los tories pierden 250 escaños respecto a los obtenidos en 2019.
“Lo logramos”, proclamó Starmer este viernes ante sus seguidores, poco después de confirmar la victoria. “El cambio comienza ahora. Nos ha llevado cuatro años y medio renovar el Partido Laborista, y ahora estamos listos para servir al país y poner al Reino Unido al servicio de la clase trabajadora”, añadió.
La victoria laborista es aún más amplia, en términos de escaños, que la que obtuvo Tony Blair en 1997. Sin embargo, la contundencia del resultado no oculta algunos datos preocupantes. La participación ha sido casi ocho puntos porcentuales menor que hace cinco años.
El Reino Unido ha dejado de ser un territorio bipartidista. El elevado número de escaños obtenido por la formación de Starmer se debe más a un sistema electoral que favorece significativamente al partido más votado en cada circunscripción que a un aumento relevante en el porcentaje de apoyos obtenidos.