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Desde el Palacio Nacional, el Presidente Andrés Manuel López Obrador defendió a sus hijos frente a las acusaciones de corrupción vinculadas al proyecto del Tren Maya, desafiando la falta de denuncias formales. “Siempre he sido claro en mi rechazo a la corrupción, incluso cuando se trata de mis hijos. Los conozco bien, no son corruptos. Sin embargo, si existen evidencias, que se proceda legalmente. No intervendré a su favor”, afirmó López Obrador con firmeza.
El presidente también criticó la calidad de las pruebas presentadas contra su familia, refiriéndose específicamente a las acusaciones propagadas por el periodista Carlos Loret de Mola, a quien describió irónicamente como “una finísima persona” conocida por sus montajes.
Estos comentarios surgieron después de que, durante el segundo debate presidencial, Xóchitl Gálvez, candidata de la coalición PRI, PAN y PRD, interpelara a la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, sobre si investigaría a los hijos de López Obrador en relación con la construcción del Tren Maya.
Gálvez criticó el proyecto no por su existencia, sino por la falta de consideraciones ambientales adecuadas y aludió a irregularidades en la venta de balastro a precios inflados. “El Tren Maya y el proyecto Dos Bocas han sido un verdadero desfalco. Pregunto a la candidata de Morena, ¿va a actuar respecto a las pruebas contra los hijos del presidente?”, cuestionó Gálvez en el debate.