Kamala Harris Consolida su Candidatura con Récords Históricos y Apoyo Masivo

Kamala Harris, vicepresidenta de EE.UU., logra un impresionante récord de recaudación de fondos y delegados en solo 24 horas; recibe respaldo crucial de Pelosi, 23 gobernadores y decenas de alcaldes. En su primer discurso, critica a Trump por sus problemas legales; el Servicio Secreto admite un grave error.

Kamala Harris, vicepresidenta de Estados Unidos, ha asegurado su candidatura para suceder a Joe Biden como líder del Partido Demócrata, marcando un doble récord en recaudación de fondos y en la obtención de delegados. Este logro ha sido impulsado significativamente por el respaldo de Nancy Pelosi.

En un lapso de solo 24 horas, Harris recaudó 81 millones de dólares, estableciendo un hito histórico que se aproxima a los 96 millones recaudados por la fórmula presidencial hasta el 21 de julio, cuando el ejecutivo federal se retiró.

El equipo de Harris calificó este logro como una “muestra histórica de apoyo”, consolidando su posición como la principal contendiente contra Donald Trump en las elecciones del 5 de noviembre. Esta victoria inicial ha revitalizado al Partido Demócrata, que ahora ve reales posibilidades de éxito.

Al día siguiente de ser designada como sucesora de Biden, Harris aseguró el apoyo de 2,200 delegados, superando los 1,986 necesarios, según Reuters. Este apoyo se logró a través de llamadas y reuniones en 10 estados, lo que llevó a Harris a sentirse “orgullosa”. El Comité Demócrata adelantó que antes del 7 de agosto votarán virtualmente para designarla oficialmente, según CNN y The New York Times.

Nancy Pelosi, expresidenta de la Cámara de Representantes y una de las figuras más influyentes del partido, rompió su largo silencio para expresar públicamente su apoyo a Harris. “Con inmenso orgullo y optimismo por el futuro de nuestro país, apoyo a la vicepresidenta Kamala Harris para la presidencia”, declaró Pelosi, confiada en que Harris no solo será la candidata, sino la primera mujer presidenta de Estados Unidos.

Este respaldo desencadenó una ola de apoyo crucial para la candidatura de Harris. 23 gobernadores liberales, incluyendo a Andy Beshear de Kentucky y Gavin Newsom de California, quienes podían desafiarla, decidieron respaldarla. Además, decenas de alcaldes y legisladores, como el independiente Bernie Sanders, también mostraron su apoyo. Sin embargo, persisten las dudas sobre el respaldo de Barack Obama, quien presionó a Biden para abandonar la contienda pero aún no ha respaldado a Harris. La prensa especula que Obama prefiere un perfil “extraordinario” para enfrentar a la fórmula republicana de Trump-JD Vance.

Harris ya ha comenzado a fortalecer su campaña, encabezando dos eventos en lo que denominó “el primer día completo de nuestra campaña”. En la Casa Blanca, reconoció el legado de Joe Biden, destacando que logró más en casi tres años y medio que otros en dos mandatos. Posteriormente, en Delaware, se mostró firme contra los republicanos, especialmente contra Trump. Harris, como exfiscal, afirmó conocer bien a Trump y prometió hacer todo lo posible para evitar su regreso al poder, destacando que Trump es una amenaza para la nación y prohibiría el aborto de inmediato.

Harris exhortó al país a luchar durante los 106 días restantes de la campaña y recibió un nuevo apoyo del presidente Biden, quien en una llamada telefónica a la sede demócrata pidió a la directora de campaña, Julie Chávez, que hiciera lo necesario para apoyar a Harris, subrayando que aunque el nombre del líder de la fórmula cambió, la misión sigue siendo la misma.

Mientras tanto, Trump atacó a Harris, advirtiendo que sería peor que Biden porque ni siquiera logró cerrar la frontera. Junto a su socio JD Vance, dedicaron mensajes a Biden, acusando a los demócratas de “fraude masivo” por ocultar su deterioro cognitivo desde 2017. Vance afirmó que lo usaron y cuando se volvió un “peso muerto” lo descartaron.

En medio de estos enfrentamientos, el Servicio Secreto reforzó la seguridad de Harris, el mismo día en que su directora, Kimberly Cheatle, admitió que el atentado contra Trump fue el mayor fracaso del sector en décadas. Ante el Comité de Supervisión del Congreso, Cheatle reconoció que fallaron el 13 de julio y se comprometió a evitar que un incidente similar ocurra nuevamente, aunque evitó dar detalles específicos sobre las fallas y descartó renunciar, a pesar de que se reveló que hubo cinco alertas.