Crisis en la Antártida: La gripe aviar azota la región y desata alarma en la comunidad científica
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Nuevos casos impactan a pingüinos, palomas antárticas y lobos marinos
El hielo eterno de la Antártida, que normalmente evoca imágenes de tranquilidad y fauna exótica, hoy alberga una amenaza invisible y letal: la gripe aviar HPAI H5N1. Un equipo internacional de científicos ha encendido las alarmas tras confirmar 14 nuevos casos positivos del virus, que afecta a diversas especies, incluyendo pingüinos, palomas antárticas y lobos marinos. Este avance fulminante del patógeno está superando los temores iniciales y podría tener consecuencias devastadoras para el ecosistema polar.
El virus, inicialmente reportado en aves de corral, ha llegado a las profundidades del continente blanco. Lo que comenzó como un hallazgo aislado en febrero se ha convertido en un brote creciente y peligroso, con más animales afectados a medida que los científicos avanzan en sus investigaciones. Según el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa (CBMS-CSIC), los resultados recientes muestran la expansión del virus hacia el norte de la península antártica, sugiriendo un posible impacto catastrófico en la fauna salvaje en los próximos meses.
Durante la última expedición a la región, la Expedición Australis, se descubrieron casos de gripe aviar en animales tan emblemáticos como los pingüinos y los elefantes marinos. Estos resultados han sido presentados en el prestigioso Scientific Committee on Antarctic Research (SCAR), donde los expertos han advertido sobre la gravedad de la situación. Los científicos predicen una posible mortalidad masiva durante el próximo verano austral, lo que plantea serios desafíos para la conservación de estas especies.
El virus ha comenzado a hacer estragos: más de 500 cadáveres de pingüinos de Adelaida fueron encontrados en la isla Heroína en el mar de Weddell. Esta mortandad es solo el principio, advierten los investigadores, que temen que muchas otras colonias puedan sufrir la misma suerte. Las muestras analizadas en diversas islas de la región confirman que la amenaza se extiende a otras especies, como las palomas antárticas y los lobos marinos, que también están sucumbiendo al patógeno.
El H5N1, que ha evolucionado de aves de corral a fauna salvaje desde 2020, está propagándose sin control en todo el mundo, y ahora amenaza uno de los ecosistemas más remotos y vulnerables del planeta.